Temática - Emprendimiento social e iniciativas socioeconómicas emergentes: fronteras y diálogos entre economía, cultura y sociedad
Coordinan: Pfeilstetter, Richard (ASANA) Valenzuela García, Hugo (ICA) y Molina, José Luis (ICA)
Contacto: rgp@us.es; hugo.valenzuela@uab.es; joseluis.molina@uab.es
Orden de intervenciones de este simposio.
Vivimos tiempos en los que los diálogos entre economía y sociedad se ponen a diario en escena en los medios de comunicación y en los espacios de socialización. La actual crisis económica está poniendo de manifiesto las vulnerabilidades del capitalismo financiero y las injusticias del neoliberalismo a ultranza. Como consecuencia, están emergiendo conciencias y praxis sociales no hegemónicas que apuestan por priorizar valores más allá de la maximización del beneficio económico, reclamando objetivos de tipo social, humano o ético como la solidaridad, el intercambio igualitario, la ayuda mutua, la sostenibilidad o el consumo responsable. Estas iniciativas se sitúan en la frontera entre lo “económico” y lo “social”, cuestionando de hecho la distinción misma entre esas esferas, que en ciencias sociales se han traducido durante mucho tiempo en divisiones disciplinares y prácticas investigadoras diferenciadas. Algunos autores ven en esos movimientos sociales el germen de la “economía humana” (Hart, Laville y Cattani 2010; Graeber, 2011, 2012); es decir, un tipo de economía cuya meta es la reconfiguración de las relaciones entre las personas en vez de la asignación de mercancías; una economía práctica, de las personas, que esté al servicio de las necesidades de todos, basada en principios de equidad, correspondencia, cooperativismo y reciprocidad; es decir, en una serie de ventajas mutuas que están también presentes en la noción teórica de “economía moral” (Scott, 1977, 1987). Bajo el manto de la “economía humana” subyace asimismo un movimiento crítico, en algunos casos contracultural, alternativo o periférico, que pone en tela de juicio las nociones económicas neoclásicas de escasez, maximización, acumulación, crecimiento, etc. Prueba de ello es la extraordinaria difusión de monedas sociales y creación de bancos del tiempo, la emergencia de movimientos asociacionistas de trueque, cooperativas, grupos de consumo responsable y ecológico, agrupaciones locales, etc. España presenta el mayor ratio de bancos del tiempo del mundo y se cuentan más de 30 monedas sociales diferentes en uso.
Como efecto de esa economía social, en Europa, y particularmente en España, la crisis económica y el naufragio del Estado del Bienestar; la escalada del sector servicios en plena era del trabajo flexible (Sennett, 2000); una fuerte caída del consumo y una contracción generalizada del crédito; una tasa de desempleo particularmente en el sector juvenil y la presencia de todo un batallón de clasecreativa latente y derivada de una inversión educativa no rentabilizada (Florida, 2002); la compresión del tiempo y del espacio (Harvey, 1991); la ubicuidad de las tecnologías de la información en el mundo globalizado (Castells, 2000); la reestructuración de la división del trabajo internacional y el fortalecimiento del individualismo, son elementos complejos que auguran un nuevo escenario laboral y profesional en el que la figura del “emprendedor social” y la “empresa social” o las “industrias culturales” adquieren un relevancia central como nuevo baluarte del capitalismo empresarial. La empresa y el emprendedor social resultan importantes fenómenos de análisis porque ejemplifican de modo muy significativo una paradoja central: con el propósito de influir positivamente en el tejido socioeconómico a través de sus ideas y alternativas económicas, no puede abandonar el objetivo del beneficio económico. Entre tanto, el discurso hegemónico ensalza la figura del emprendedor a la categoría de nuevo ‘héroe cultural’ (Pfeilstetter, 2011) y se da una creciente mercantilización de “intangibles” como la cultura, la identidad o la “marca” nacional (Comaroff & Comaroff, 2011)
El contexto actual ofrece un escenario privilegiado para analizar el surgimiento de todos estos procesos, actores y fenómenos bajo el ángulo de una renovada Antropología Económica que permita no sólo observar bajo una nueva luz las viejas teorías de la disciplina sino también abrir nuevos campos de investigación transdisciplinares entre ciencias económicas y empresariales, sociología y antropología y nuevos retos teóricos que permitan conceptualizar las relaciones entre economía, sociedad y cultura. El objetivo de este panel es reunir a investigadores en el ámbito de la economía social, el emprendimiento social, los movimientos socioeconómicos emergentes, alternativos o periféricos, las monedas sociales, la antropología corporativa y del trabajo, la antropología del consumo, etc., con el propósito de reflexionar sobre estos procesos y fenómenos de creciente significación en nuestro contexto de crisis.
Los efectos socioeconómicos y culturales de la actual crisis financiera merecen, a nuestro juicio como antropólogos, un espacio de análisis y reflexión socioeconómica académica y científica. Este procesos está transformando profundamente la praxis, el discurso y la mentalidad de distintos segmentos sociales, generando a su vez una nueva conciencia ciudadana y muy distintos movimientos y fenómenos sociales. La academia también está presenciando un creciente interés por esos aspectos, que se refleja por ejemplo en el creciente número de trabajo de postgrado realizados por investigadores noveles. La antropología y la etnografía poseen gozan de un papel analítico y crítico privilegiado en este sentido, que posee el potencial de ofrecer una mirada realista, mediante su perspectiva crítica y el uso de métodos cualitativos y cuantitativos tan característico de la disciplina, que contribuya a una mejor comprensión del contexto sociológico, político, económico y moral de este periodo histórico en el que se están reconfigurando fronteras y diálogos entre la sociedad, la economía y la cultura.
El simposio será un espacio ideal para poner sobre la mesa y sistematizar toda una serie de casos empíricos, líneas teóricas emergentes y grupos de investigación que analizan, precisamente, tales diálogos. Esperamos que en ese simposio se hagan evidentes líneas de análisis compartidas de las que puedan surgir una agenda de investigación común que renergice el campo de la Antropología Económica a la par que abra un foco de análisis más transdisciplinar.
Los profesores e investigadores que presentan esta propuesta de simposio trabajan desde hace tiempo en el campo de la Antropología Económica y, actualmente, investigan estas cuestiones mediante proyectos de investigación y desarrollo.